“Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo. Derramen lágrimas por lo que han hecho. Que haya lamento y profundo dolor. Que haya llanto en lugar de risa y tristeza en lugar de alegría. Humíllense delante del Señor, y él los levantará con honor”. Santiago 4:8-10 (NTV)
Bienvenido a El Ayuno 2022. Estamos muy contentos de que hayas apartado este tiempo para buscar más de Dios. Creemos que hay algo poderoso en saber que estamos haciendo esto juntos.
¿Por qué estamos ayunando? Ayunamos porque Jesús esperaba que lo hiciéramos (Mateo 6:16 - "Y cuando ayunes..." no si ayunas.) Ayunamos para descubrir realmente dónde estamos espiritualmente y para comprobar la condición de nuestro corazón. Lo hacemos para escuchar a Dios con más claridad y para ser más sensibles espiritualmente. Ayunamos porque somos débiles y necesitamos reconocer nuestra dependencia en Él y su fuerza. Ayunamos para re-enfocar y fijar nuestros ojos en Jesús. Asimismo, ayunamos para renunciar a nosotros mismos.
En la cima de su popularidad y ministerio, Juan el Bautista dijo:
"Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos”. Juan 3:30
Jesús vivió de la misma manera:
"Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano… se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales”. Filipenses 2:5-8
Debemos vernos como Juan, de tener cada vez menos importancia que Jesús y también adoptar la misma actitud que Cristo y estar dispuestos a humillarnos y vaciarnos. ¡Qué mejor manera de adoptar una postura humilde y renunciar a nuestra carne que a través del ayuno regular!
El ayuno es un acto de humildad. ¡Es literalmente vaciarnos de nosotros mismos!
Salmo 35:13 - "Humillé mi alma con ayuno".
Esdras 8:21 - "… di órdenes de que todos ayunáramos y nos humilláramos ante nuestro Dios".
En hebreo, la palabra que puede ser traducida en la escritura como "ayuno" o "ayunar" también puede ser traducida como "humillación" y "humillarse".
¡Suena duro! ¿Por qué querríamos someternos a la humillación? Pero en el reino de Dios, una postura humilde es justo donde Él nos quiere, en una actitud de humildad y necesitados de Él.
¡Es literalmente vaciarnos de nosotros mismos!
Santiago 4:6 - "Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes".
Salmo 9:12 - " … no pasa por alto el clamor de los que sufren (humildes)”.
Salmo 10:17 - " Señor, Tú conoces las esperanzas de los indefensos (humildes); ciertamente escucharás sus clamores y los consolarás”.
Dios responde a los que son humildes.
Estos 21 días se tratan de la humildad y la consagración. Humillarnos para que Él crezca en nuestras vidas. Apartarnos de todas las cosas que intentan distraernos en este momento y buscar más de Él.
Y la parte increíble es... que no perdemos nosotros. Aunque nosotros nos humillemos, ¡Él crece! Y ganamos más de Él.
Deja que tu ayuno comience con la motivación correcta del corazón. La acción externa de ayunar comida, sin humildad, es en vano. Eso no conmueve a Dios. Él ve el corazón.
Sin una convicción y consagración, no es ayuno, es sólo pasar hambre.
Así que mientras ayunemos este mes, no le estaremos dando a Dios un tiempo límite. Cuando oramos y ayunamos, no estamos tratando de forzar a Dios a hacer algo en contra de Su voluntad, sino recordamos que Él sabe quiénes somos y sabe lo que necesitamos.
El ayuno no es una huelga de hambre. No es exigir a Dios que haga algo en nuestro favor. No nos da licencia para dar órdenes a Dios.
El ayuno simplemente nos lleva al lugar donde decimos, "Dios, quiero que hagas esto. Te pido que lo hagas. Pero si no es así, todavía voy a adorarte. Y estoy en este ayuno, encomendando esto a ti, completamente, no mi voluntad, sino que se haga la tuya y confío en ti con los resultados. Sólo quiero más de ti".
El sacrificio de alabanza implica ponerle "mute" a las cosas superficiales, no solamente para descansar de ellas, sino para poner como prioridad a Dios en todas las cosas que hacemos, sentir su abrazo y que Él repare los corazones rotos.
Es difícil vaciarnos de nosotros mismos y negarnos, pero es lo mejor que podemos hacer. Estoy con mucha expectativa de lo que está por venir. ❤️
Humildad, menguar y sacrificar a esta carne es lo que quiero como ofrenda al Dios de mí salvación, levantare mis oraciones y peticiones sabiendo que él me escucha pero también consciente de que se hace su voluntad y no la mía... AMÉN
Mi Dios y mi Rey, soy testigo de la gran bendición de hacer este ayuno, quiero que te quedes en mi vida, matrimonio, hogar y familia, quiere mas de ti!!!
Gracias este tiempo llega a mí vida en el justo momento, en el que estoy buscando rebasar el nivel espiritual y cercanía con mí Dios, estoy muy contento...