"Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas". Filipenses 4:13
Una de las razones por las que ayunamos es porque nos recuerda nuestra fragilidad como humanos, nuestra necesidad y debilidad como individuos. Puede que incluso te sientas un poco débil físicamente en este momento.
¿Por qué querríamos que nos recordaran nuestra debilidad?
El apóstol Pablo hizo esta asombrosa afirmación en 2 Corintios 12:10: "Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte".
No debemos despreciar o negar nuestra debilidad, porque es lo que nos mantiene dependientes de Dios y aumenta nuestra conciencia de Él.
Me pregunto dónde puedes detectar hoy las debilidades en tu vida. ¿La falta de recursos? ¿El cansancio prolongado? ¿La necesidad de sabiduría en algunas áreas? ¿Tu mente y tu creatividad no están al ritmo de tus responsabilidades?
Elige agradecer deliberadamente a Dios cuando encuentres una falta, carencia, debilidad o área insuficiente en tu vida hoy. Es una excelente oportunidad para dejar que Él llene el vacío.
No pasa nada si no lo tienes todo en ti mismo, o si tus propias fuerzas se quedan cortas en este momento. Lo que Dios espera de ti no es que tengas toda la fuerza, todo el tiempo. La Biblia nos recuerda una y otra vez que Él es nuestra fuerza, ¡Él es nuestra porción!
"Mi cuerpo y mi corazón desfallecen; pero la roca de mi corazón y mi porción es Dios, para siempre." Salmo 73:26
“El SEÑOR es mi porción”, ha dicho mi alma; “por eso, en él esperaré”. Lamentaciones 3:24
“A ti clamo, oh SEÑOR. Digo: Tú eres mi refugio y mi porción en la tierra de los vivientes”. Salmo 142:5
Cuando decimos "Dios, Tú eres mi porción", estamos diciendo: “Tengo acceso a todos Tus recursos. Puedo confiar que Tu fuerza me llegará en mi debilidad. Tu sabiduría me llegará en mis insuficiencias. Tu presencia estará en mi soledad. Tu consuelo es mío cuando mi corazón está roto. Tú eres mi roca sólida y el fundamento de mi vida cuando todo lo demás a mi alrededor se tambalea. Tú llenas todos y cada uno de los vacíos. Tu vida es lo que me alimenta. Tu presencia reconfortante es mi porción. Tú eres la única herencia que importa. Tú eres la fuente de mi felicidad y todo lo que podría necesitar".
Nuestras debilidades podrían ser los portales a través de los cuales Dios ha elegido infundir Su poder en nuestra vida.
Oramos para que tu debilidad te dé una experiencia evidente del poder de Dios obrando en ti hoy.
Por mis debilidades permanezco aún fuerte en Cristo, por que cuando creo que soy débil en realidad soy fuerte en Cristo...
Oro para que el Señor me fortalezca no solo en mi carne sino también en mi espíritu. Que glorioso saber que el es fuerte en lo que soy débil; porque cuando logro susperar mi debilidad, solo puedo ver que fue Dios y darle las gracias y reconocerlo.
Gracias Dios que en mi debilidad, tu eres mi fuerza.
Que bendición poder acercarse como realmente somos a Dios (imperfectos, heridos, enfermos, etc...) y saber que Él no se espanta, ni nos rechaza, que nos sanará con su amor.
Gracias Dios por permitir ver aquello que en mí carne a querido suplantar tú amor, ayúdame a quitarlo de mí vida y que este ayuno me ayude a limpiar mí carne y renueve mi entendimiento.