
Hoy oro para que Tú recibas la gloria en cada área de mi vida
1 Corintios 10:31 - "Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios".
Gloria = Reconocimiento del propio honor, dignidad, importancia, excelencia y majestad.
Otro día. Otra lista de cosas por hacer. Es fácil desanimarse cuando la vida parece monótona y todo menos emocionante.
Aquí hay una verdad para ti hoy - Jesús está trabajando en lo ordinario.
Romanos 12:1-2 dice: "Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta”.
Nuestras acciones para glorificar a Dios no se limitan a los grandes acontecimientos de nuestra vida.
Hay significado en nuestros momentos mundanos. La belleza de Dios está presente en lo aburrido. Dios actúa en las cosas ordinarias de la vida y las utiliza para que nos parezcamos más a Él y le demos gloria.
Deberíamos estar motivados para dar gloria a Dios en todo lo que hacemos, o decidimos no hacer. El factor decisivo es: ¿trae gloria a Dios? No lo que nos trae gloria a nosotros mismos.
"La gloria de Dios" es "la reputación de Dios". Cada aspecto de nuestra vida es para mejorar la reputación de Dios - lo que elegimos para el ocio, la forma en que interactuamos con nuestras familias, cómo gastamos nuestro dinero, la forma en que tratamos con nuestro empleador. Es mucho pedir, pero eso es precisamente lo que Dios espera de nosotros.
¿Cómo podemos devolverle toda la gloria?
Tenemos que empezar el día orando, entregándoselo a Dios y pidiéndole que nos guíe y nos dirija. Luego, tenemos que volver a Él constantemente a lo largo del día y buscar su sabiduría. Tenemos que darle gracias y alabarle por todo lo que somos capaces de lograr. Nuestro próximo aliento ni siquiera llegaría sin Su permiso. Debemos vivir nuestra vida de tal manera que la gente lo quiera porque ven Su gloria en nosotros. Adoramos, y adoramos un poco mas. Y mientras lo hacemos, Dios hace que nuestros corazones cansados y a la deriva vuelvan a donde deben estar: hacia Él, contemplando Su poder y gloria.
Salmo 63:1-3 - "Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde no hay agua. Te he visto en tu santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor inagotable es mejor que la vida misma; ¡cuánto te alabo!".