¡Tienes autoridad!
“Miren, les he dado autoridad para pisotear sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada les hará daño”. Lucas 10:19 (NBLA)
Dios nos ha delegado su poder y autoridad y en ocasiones es tanto, lo que nos quiere desenfocar que perdemos de vista la herencia que como hijos adquirimos.
En el libro de Job, podemos ver que Dios tiene una conversación con Satanás y después de eso le permite tocar la vida de Job, pero Dios pone un límite (Job 1:12).
Satanás se fija en ti también, pues eres favorecido por Dios, eres su hijo adoptado, no criatura y estamos sentados junto con él en lugares celestiales porque somos unidos a Cristo (Efesios 2:6), por supuesto que esto lo enfurece, porque es justo lo que él quería para sí.
Tú tienes el poder de ponerle un límite, “pisotear sobre todo el poder del enemigo”, y echarlo fuera.
Jesús dijo, en Lucas 10:18, “Yo veía a Satanás caer como un rayo”.
Date cuenta que no has sido llamado a derrotar a Satanás; Jesús lo derrotó ya, hace más de dos mil años. Tu misión es hacer valer esa derrota todos los días, Jesús ya lo derrotó y lo exhibió públicamente en la cruz.
“De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz”. Colosenses 2:15 (NTV)
Jesús con su muerte y resurrección, despojó al diablo de todo poder y declaro: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra”. Mateo 28:18 (NBLA)
Mírate en Su poder, en Su fuerza, en Su nombre. Él te ha dado autoridad sobre el enemigo. ¡Úsala!
¿Qué puedo hacer hoy?
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Pregúntale al Señor: ¿Cómo puedo tomar y aplicar Tu autoridad en las situaciones que estoy enfrentando hoy?
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Visualízate como el hijo amado de Dios, sentado junto con Él, con Su autoridad en la mano y empieza a orar con poder.
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Ten la expectativa de que los gobernantes y autoridades espirituales van a obedecer la autoridad de Cristo utilizado por ti.