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Hoy estamos creyendo por la salud y la plenitud en cada área de nuestras vidas

3 Juan 1:2 - Querido amigo, espero que te encuentres bien, y que estés tan saludable en cuerpo así como eres fuerte en espíritu.


 

Plenitud = El estado de estar perfectamente bien en cuerpo, alma (mente, voluntad, emociones) y espíritu. Este era el diseño original de Dios para las personas. La plenitud es que Dios nos restaure a la forma en que Él quería que fuéramos.

 

Hoy estamos creyendo por la salud y la plenitud en cada área de nuestras vidas.

 

Puede haber algunas cosas que estes enfrentando en tu hogar, en el entorno  familiar, que no son plenas ni saludables. Podría ser la salud de tus finanzas,  tu salud física, emocional o incluso la salud de alguien cercano a ti.

 

Queremos que hoy seas consiente de que Dios quiere la plenitud para ti, que quiere la plenitud para tu hogar, para tus hijos, y para los hogares de los que forman nuestra iglesia. 

 

Nuestra oración por ti es como la oración de Pablo para los tesalonicenses:

1 Tesalonicenses 5:23 - "Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa..."

 

También oramos sabiendo que, 

 

Filipenses 1:6 - "Estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará (restauración, sanidad y transformación) hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva”.

 

Dios quiere que llevemos a cabo nuestra salvación y libertad en cada área de nuestras vidas, y que tengamos fe para este tipo de plenitud. 

 

Esta plenitud es tan importante que Jesús mismo pagó el alto precio para que puedas vivir sano y pleno.

 

Isaías 53:4-5 - "Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores […] El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, Y por Sus heridas hemos sido sanados”. (NBLA)

 

Mateo 8:17 - “…Se llevó nuestras enfermedades y quitó nuestras dolencias".

 

Estamos creyendo en Dios de que encontraremos y veremos testimonios radicales de sanidad.  

 

¡Podemos tener fe en la capacidad de Dios para sanar! Él es un Dios grande. Podemos decir a nuestros malestares, enfermedades y diagnósticos: "¡Dios es más grande que tú!".

 

Jesús se deleitó especialmente en sanar a aquellos que confiaban en su poder, gente que estaba abierta y receptiva a su poder para realizar una obra poderosa. Él gravitaba, era ataído hacia ellos.

 

En Mateo 9:28-29, Jesús preguntó a los dos ciegos si creían que Él era capaz de sanarlos. Quería saber qué pensaban de él, si confiaban o no en su capacidad. "Sí, Señor—le dijeron—, lo creemos". Jesús les respondió: "Debido a su fe, así se hará" y fueron sanados al instante. Jesús trató con misericordia sobre la base de su fe y confianza en Él. 

 

Cuando decimos: "Jesús, creo que eres capaz de sanarme", este es el tipo de fe que le agrada a Él. Es casi como si pudieras oír a Jesús decir: "¡Sí! Estaba esperando oírte decir eso. Es importante para mí que creas de verdad que soy capaz de hacerlo".

 

Cada vez que Jesús sanaba, recibíamos un vistazo a su corazón. La gente acudía a Jesús en busca de la sanidad porque sabía que en Él encontraría a alguien que entendería su dolor, su frustración, su pena, su confusión. Su sanidad surgía de su encuentro personal con una persona afectuosa y cariñosa. Jesús les encarnó la preocupación, la compasión y el poder de Dios.

 

Dios quiere que sepas que Él es capaz y está dispuesto a sanarte a ti y a tus seres queridos. 

 

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Cena del Señor: Si estás creyendo en Dios para la salud y la plenitud hoy, te animamos a tomar un momento para participar en la Cena del Señor. Recuerda cómo el cuerpo de Jesús fue quebrado en la cruz para que el tuyo pueda ser sanado y completo.

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