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Hoy oro por confianza y valentía para cumplir con lo que me has llamado a hacer

Proverbios 3:26 (NBLA) - "Porque el Señor será tu confianza,Y guardará tu pie de ser apresado".

 

Confianza = Certeza y seguridad de la relación de uno con Dios, un sentir de valentía que depende de la aceptación de Dios, y una convicción de que el destino de uno está seguro en Dios.

 

Es nuestra confianza la que nos da el impulso para levantarnos por la mañana y enfrentarnos a nuestras responsabilidades, a la vida y a los retos que se nos presentan en ella. Por lo tanto, mantener nuestra confianza es vital.


Pero la confianza no es automática, no viene y se queda como parte de nuestra decisión de creer en Dios. Tenemos que elegir cada día dónde depósitamos nuestra confianza.

 

Cuando pensamos en la confianza, a menudo la relacionamos con la "auto-confianza". Pero el problema con la “auto-confianza” es que nos conocemos demasiado bien a nosotros mismos y resulta bastante difícil tener "confianza plena" en alguien (nosotros mismos) cuando conocemos muy bien sus defectos. 

 

Para tener confianza necesitamos depositar nuestra seguridad en Alguien o en Algo que lo merezca completamente y que pueda estar a la altura de nuestra confianza plena, creencia y seguridad. 

 

También hay muchos lugares en los que elegimos poner nuestra confianza aparte de en Dios, y de los que no siempre somos conscientes:

 

Control de nuestras circunstancias - pensamos que si nuestras circunstancias cambian, entonces tendremos seguridad (salud, finanzas, matrimonio, trabajo).

Dinero - pensamos que más dinero nos dará seguridad, estabilidad, protección. 

Logros - pensamos que alcanzar objetivos en el trabajo o en la vida nos dará confianza. 

Gente - pensamos que si les caemos bien a los demás o nos respetan, tendremos confianza. 

Placer: pensamos que sentir placer nos dará confianza.

 

Al tratar de ganar confianza o seguridad en estas cosas temporales y superficiales, terminamos siendo inestables e intranquilos.

 

Dios es el único que merece nuestra confianza plena, creencia y seguridad.

 

¿Tienes una confianza en Dios que no puede ser sacudida a pesar de las circunstancias de la vida?

 

El Salmo 16:7-9 (TPT) dice: "La forma en que me aconsejas y me corriges me hace alabarte más, porque tus susurros en la noche me dan sabiduría, mostrándome lo que debo hacer próximamente. Porque estás cerca de mí y siempre disponible, mi confianza nunca será sacudida, pues experimento tu presencia envolvente en todo momento. Mi corazón y mi alma estallan de alegría, ¡llenos de gloria! Incluso mi cuerpo descansará confiado y seguro".

 

Qué grandiosas promesas a las que aferrarse hoy, mientras ayunas y vuelves a poner tu confianza en Él.

 

  • Él te mostrará lo que debes hacer próximamente.

 

  • Tu confianza nunca será sacudida.

 

  • Incluso tu cuerpo descansará confiado y seguro.

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