Prepárate para La Guerra
Lee 2 Crónicas 20:1-30
Cada hijo e hija de Dios se encuentra en un estado de guerra espiritual constante. El enemigo anda como un león rugiente buscando a quien devorar. Se nos insiste Pablo entre otros y Dios mismo, a estar alerta y bien vestidos con toda la armadura para resistir los ataques.
El Rey Josafat supo que una de las armas más poderosas es la alabanza a Dios (Vs 22-24).
Claro, habían otros elementos de la historia, como:
-
Oró Josafat a solas primero para consultar al Señor v. 3
-
Ayunaron v. 3
-
Buscaron la ayuda del Señor orando todos juntos v. 4, 12
-
Honraron su nombre y reconocieron quien era su Dios v 6-9
-
Esperaron su respuesta v. 13
-
Escucharon su plan v. 14-17
-
Adoraron v. 18-19
-
Tuvieron fe v. 20, y
-
Obedecieron tal cual Él les había ordenado v. 21-24.
Tomando en cuenta todo lo que hicieron, podemos aprender como enfrentar a nuestro enemigo también. Satanás odia el pueblo de Dios y desde Genesis 3 ha declarado guerra contra los que eligen seguir al Señor. Todo lo que hace es con el fin de robar la herencia, matar la esperanza y destruir la fe de la iglesia de Cristo. Tratará de arruinar nuestro avance con Dios poniendo frente a nosotros mayores tentaciones y motivos para dejar de ayunar y buscar a Dios.
Combatimos estos ataques estando firme en nuestra decisión y fe. Orando juntos es una gran ayuda para animarnos y hacer la frente a estos ataques. Y para estar quietos y ver como el Señor pelea por nosotros, no hay mejor forma de hacer que alabarle con todo el corazón. Es tan fácil y tan seguro que Dios ha establecido que la alabanza de niños hará callar al enemigo.
“Con la alabanza que brota de los labios de los pequeñitos y de los niños de pecho has construido una fortaleza, para silenciar al enemigo y al vengativo” Salmo 8:2 (NVI).
¿Qué puedo hacer hoy?
-
Revisa la lists de elementos que hicieron los Israelitas frente su enemigo y anota cualquier cosa que necesitas aplicar a tu posición en guerra espiritual.
-
Pon en acción el elemento, o los elementos, que te hacen falta.
-
Alaba al Señor de todo corazón.
-
Enseña a los niños de tu casa a hacer lo mismo.
-
Espera con fe ver la victoria.